Bon dia lectors il·lustrats,
Hoy os traigo un libro que
para mí ha sido todo un placer reseñar. De
hecho ha sido triple placer. ¡Os cuento! Tengo la suerte de conocer un
pueblecito precioso de la Rioja llamado Ezcaray. Allí en la plaza de la
Verdura, se encuentra El Velo de Isis,
una pequeña librería llena de encanto. Pues bien, en este rinconcito literario,
podréis encontrar a Nadia, autora del libro ilustrado Glenda y el Circo de los Prodigios.
Nadia Lafuente Iruzubieta escribe el relato y Rebeca Jiménez Pintos lo
ilustra. Ellas dos han sabido compenetrarse a la perfección y el resultado es
excelente. Pero ya os decía que ha sido triple placer, y es que Nadia y Rebeca,
decidieron hace unos años apostar por la autopublicación y así nació la
editorial LA ÚLTIMA NUBE, que yo vengo de descubrir
ahora, a propósito de la reseña. Os la recomiendo mucho muchísimo, una
editorial que busca el detalle y el gusto por hacer las cosas bien hechas. Os
dejo el enlace a su página LA ÚLTIMA NUBE EDICIONES.
Y ahora sí, ya tenéis los
tres placeres presentados: libro, librería y editorial, ¿Quién da más?
GLENDA Y EL CIRCO de los PRODIGIOS
Autora: Nadia Lafunete Iruzubieta - Ilustradora: Rebeca
Jiménez Pintos
Editorial: La última Nube
ediciones
Etapa recomendada: Primaria, ESO
Glenda es una niña con
barba que pertenece a una dinastía de mujeres barbudas, orgullosas de su exclusividad.
Un día cuando Glenda y su madre volvían del barbero, la pequeña desenganchó de
su zapato un papel donde se anunciaba la visita del Circo; entonces recordó las
historias que su abuela le relataba sobre aquel espectáculo en el que actuaban
criaturas perfectas y extraordinarias.
Glenda estaba entusiasmada y se quedó tan boquiabierta como el resto de
vecinos al ver pasar a todos los personajes del mundo circense. Sin embargo, su
visión distaba mucho de la de sus vecinos. Esa misma tarde, Glenda conoció a
Olivia, “la niña más bonita de los cinco continentes”, estrella mundial del
Circo. Y ambas se quedaron fascinadas de las singularidades de la otra. Olivia
deseaba la barba de Glenda y sin pensárselo mucho decidieron ponerse manos a la
obra y afeitar la barba para que Olivia pudiese disfrutar de ella. Oh!!! Qué
sensación tan extraña, emocionante, diferente era no tener barba; Oh!!! Qué
sensación tan fascinante, extraordinaria y mágica era tenerla…
Pero y ahora qué, después
de las primeras excitaciones y emociones, cuando llega la normalidad de cada
una, cómo se sentirán Glenda y Olivia…. Aixxxxx, que no lo cuento, que no lo
cuento!!! ¡Os invito a leerlo y a mirarlo, historia e ilustración forman un
tándem perfecto… el resto es MAGIA!!
Y AHORA EL
ANÁLISIS…
Gracias Nadia y Rebeca por
esta historia tan revestida de inocencia, magia, ingenuidad, espontaneidad
infantil, ilusión, una historia que bajo estos substantivos nos lleva a pensar
y reflexionar sobre temas que son propios de la perfección e imperfección
humana, de su naturaleza para consigo y el otro. ¡Vamos a por ello!
Primero de todo, quiero
destacar la importancia de los
personajes principales: Glenda y Olivia. A través de ellas, dos niñas
pequeñas, llenas de ilusiones y deseos, inocentes y espontaneas, se nos
presentan dos mundos: el que ellas ven y viven y el que ven los demás, en este
caso los vecinos de la ciudad. Glenda, pertenece a la quinta generación de
mujeres barbudas de su familia, pero es una niña, sin más; Olivia, proviene de
una familia circense y es conocida como “la niña más bonita de los cinco
continentes”, pero es una niña, sin más. Cuando se conocen lo primero que hacen
es presentarse, pero en ningún momento, la presentación está rodeada de ninguna
palabra con carácter o voluntad peyorativo. Las diferencias entre una y otra
les llama la atención y quieren intercambiarse lo más preciado que tienen, lo
más original, particular, lo más suyo y genuino, aquello que siempre queremos
del otro niño cuando somos pequeños porque simplemente no lo tenemos, en este
caso, LA BARBA. Sin embargo, aparte de la barba, uno de los leitmotives de la
historia, nuestras protagonistas visualmente solo se diferencian en el color de
su pelo: rubia, castaña y en su textura, lisa o con bucles. Me encanta esos
ojos enormes, curiosos, expresivos de las dos, su mirar es el mismo, el de un
niño en proceso de descubrimiento y experimentación. Provienen de lugares distintos,
pero no perciben tantas diferencias y no las emiten con juicios de valor. En
cambio, cuando la caravana del circo llega a la ciudad, los vecinos contemplan
a la “troupe” atónitos y lo único que oímos de sus bocas es “¡Son horribles!,
¡Qué desagradable!...y el léxico peyorativo emerge: bichos raros, errores de la
naturaleza… La mirada adulta, solo se posa en la observación externa-física y
enjuicia en función a la diferencia, al error, a lo defectuoso a su parecer.
Por tanto, podemos
entrever gracias a las palabras e insinuaciones de los personajes
que algunos de los temas que subyacen son:
- La
importancia de apreciar lo propio, genuino, auténtico de uno
mismo como camino para apreciar al otro por sus particularidades.
- El
respeto a lo diferente a nosotros, aceptándolo como una
parte más de la naturaleza de la cual todos formamos parte.
Y todo esto sucede en el
mejor marco posible que se les podía haber ocurrido a Nadia y Rebeca: EL CIRCO.
Un espacio mágico, un
espacio que juega con la ilusión, dedicado a pequeños y grandes y al que
acudimos para ver cosas extraordinarias, diferentes, únicas, especiales. Y aquí,
el arte de sus creadoras, porque en este circo y en esta ciudad, tan
extraordinario es el que está dentro de la carpa como el que está fuera, todos
tienen sus particularidades físicas. Entre los vecinos de la ciudad encontramos
orejas grandes, cuatro piernas, dos cabezas, cuellilargos… Y con un poco de
imaginación el lector también puede sospechar caracteres “especiales”. De esta
manera, casi que se consigue que lo menos extraordinario sea el cartel del
circo.
En fin, cuestión de percepciones, verdad, ya que las rarezas están en
los ojos de quien mira.
Además, fijaos en esta
ilustración tan explícita:
La ciudad reposa en tierra
gris, apretada, bien sujeta; mientras que la carpa del Circo exhibe unos
colores que invitan a soñar a imaginar, hasta tal punto que hay que anclarla
bien al suelo. Se diría que en cualquier momento se va a echar a volar con
todas sus ilusiones dentro. Por eso, Glenda y Olivia que están compartiendo los
dos espacios, que no se sienten ninguna de ellas bichos raros, ni por estar
fuera ni por estar dentro de la Carpa, pueden hacer MAGIA, la barba se engancha por arte de magia a la cara de Olivia y
por arte de magia vuelve a desaparecer, una vez que el deseo ya se ha cumplido.
¡Ahora ya sentimos un poco más al otro y apreciamos aún más lo nuestro!
Otro momento mágico de la
historia es el SUEÑO. Cuando Glenda por fin consigue quedarse dormida, le
visitan su madre, su abuela y todas las mujeres barbudas. Este espacio onírico recuerda
de alguna manera a Glenda, que ella YA es única, y reafirma lo especial de sus
raíces, una fuerza impulsada por todas las generaciones de mujeres de su
familia y con barba. ¡Ahí es nada!!!
Finalmente, no quiero
pasar por alto el uso de los colores en todas las ilustraciones. ¡A mi hijo le
ha encantado! La luz de los colores ya brilla en el título y lo sigue haciendo
en escenas concretas: cuando llega el circo a la ciudad, cuando Glenda y Olivia
se miran cara a cara o cuando la barba de Glenda se apodera de la cara de
Olivia por arte de magia… Aixx! Cómo me gusta esta ilustración, con su
transparencia, genial!
De la misma manera el blanco
y negro surgen en escenas claves o bien para destacar algún elemento en color
(roulotte de Olivia) o bien para destacar alguna emoción o sensación (los
sentimientos de Glenda y Olivia al pasar un día con y sin barba).
Bueno y creo que ya paro,
no!!! Solamente recordaros que Glenda y
el Circo de los prodigios, viene acompañado de una maravillosa barba de
felpa para que nos sintamos parte del circo de la vida 😉,
quizá en un día de bajonis, veamos las cosas de otra manera! Que os parece, vamos a divertirnos? Pues
las autoras nos ofrecen también un circo recortable que hará las delicias de
los más peques, hey! Y está hecho para que lo coloreéis si os apetece. Venga
color e ilusión al poder.
Sólo me queda volver a
deciros cuánto os recomiendo este libro, para pequeños y mayores, no tiene
edad. Ah! Y no sé si os pasará a vosotros, pero a mí nada más leérmelo me
entraron unas ganas tremendas de ir al Circo.
ACTIVIDADES
- Etapa Primaria: Actividad 1: “La hora del Circo.
Estamos hechos unos artistas”
- Etapa ESO: Actividad 1: “En la piel del
otro!